Los trámites de la beca se me hicieron infinitos, todo el
día de papeleo con unos y con otros, perdiendo clases… Escribí cartas de
motivación, pedí cartas de recomendación a todo el mundo… hasta de la Embajada
y el Consulado españoles… estaba segura de que me la darían cuando un día una
chica de la secretaría me dijo que lo más seguro es que no me dieran la beca.
Se me cayó el mundo encima ¿cómo? Imposible!! Si había hecho tooodo lo que me
habían dicho! Hasta había dejado mi trabajo por la beca. ¡No podía ser! No
quise creerla…(tauro!!!) y seguí con mi lucha por la dichosa beca. Hice
llamadas mil, escribí más cartas y hasta fui a ver a diversas personalidades de
la universidad siempre con mi discurso de “me lo habíais prometido”, ja!! Pero aquí
en China eso no vale… si ni un contrato por escrito vale nada, qué van a valer
las palabras…
La excusa por la que esta vez no podría optar a la beca era
porque no tenía el HSK 5 (examen oficial de chino de 6 niveles) y según ellos
la otra gente que había solicitado la beca ya tenía ese nivel (mentira y gorda
porque conozco a los que han obtenido la beca y hasta hay gente que NUNCA se ha
presentado al HSK).
Lo peor de todo es que yo no podía ya optar a la beca porque
me habían hecho ellas mismas, las chicas de la secretaría, inscribirme en el
HSK 4 y ya no se podía cambiar. Me habían engañado vilmente! Y había caído en
su trampa ya sin salida…
Les juré y perjuré que o me daban la beca o me cambiaba de
Universidad. Que no iban a ver ni un yuan más mío. No me creyeron. No me
conocen bien!!
Ese día estaba destrozada, ¿se acababa mi aventura en China?
¿todos mis esfuerzos no habían servido para nada? ¿tendría que volverme a casa
con el chino a medias? Llegué a casa solamente con ganas de llorar y en ese
momento recordé qué había pasado el día que me inscribí en el HSK 4.
Ese examen sólo se llevaba a cabo en la Universidad del
Noroeste así que una tarde me fui a inscribir a esta universidad y qué
coincidencia que al llegar a la oficina de inscripción para el examen el chico encargado
acababa de salir, así que una amable chica me ofreció esperar sentada en su
oficina.
Resulta que esta chica era la encargada de las becas, cosa
que dijo de pasada y en la que yo ni caí (por supuesto a mí en ese momento me
daba exactamente igual porque yo contaba con mi beca en Landa) pero fue muy
amable y como yo me enrollo con cualquiera ahí que me puse a hablar con ella y blablabla…
La chica me dijo varias veces que estaba alucinada de que en dos años de
estudios hablase tan bien chino y que ella estaba buscando a gente para sus
becas. Yo ni caso!! A mi bola y a mi beca de Landa. Y cuando el chico del HSK
vino me fui a su oficina, me inscribí y si te he visto no me acuerdo…
Pero ese día de depresión tremenda cuando llegué a casa se
me vino a la cabeza toda la conversación con la chica y decidí llamarla. Y no se
había olvidado de mí.
Me dijo que si quería la beca tenía que ir al día siguiente
a su oficina a primera hora porque, otra coincidencia de la vida, era el último
día de inscripción para las becas y a las 9am enviaría toda la documentación a
Pekín.
También me dijo que las becas eran de 2 años de máster y no
de 1 año de lengua, uff!!Yo no contaba con dos años más aquí pero era lo único
que había! Además, parecía que, a pesar de que yo sólo tenía el HSK 4 y que
para los másters era obligatorio tener el nivel 5, quería darme la beca así que…
decidí solicitarla! Al menos así podría asegurarme un año más en China, que era
lo que yo quería.
Y así fue, aprobé el HSK 4 y la chica me llamó a España (yo ya
estaba de vacaciones) para decirme que me habían concedido la beca! Qué
emoción!! Por fin había conseguido lo que tanto había perseguido: mi beca de
estudios de chino!! Y más específicamente: la beca del Máster del Instituto Confucio.