viernes, 1 de junio de 2012

CAMBIOS, CAMBIOS, CAMBIOS...

El tiempo ha pasado muy rápido pero han ocurrido muchiiiisimas cosas en este tiempo y, sobre todo, muuuuchos cambios.
La última vez que escribí acababa de llegar a Lanzhou y trabajaba en la Universidad de Lanzhou. Tres años han pasado desde ese momento y sí, sigo en Lanzhou pero ya ni trabajo ni estoy en la Universidad de Lanzhou, Landa para los amigos.
Como todo el mundo sabe yo vine a China a estudiar chino. Por supuesto con una oferta de trabajo pero ese no era el objetivo, sino practicar mucho chino y poder hablarlo con fluidez. Pues de ahí los últimos cambios en mi vida… Cuando estaba en la Universidad de Lanzhou aparte de vivir en el campus de las montañas y tener muchas clases de español que no me dejaban tiempo para el chino (las clases estaban en la ciudad) mi contrato no incluía clases de chino por lo que decidí matricularme por mi cuenta en la escuela internacional de chino para empezar a dar clases. Esto supuso muuuchos otros cambios con los que la Universidad y mi Departamento en especial no estaban muy de acuerdo. Me cambié de casa para vivir en la ciudad más cerca de las clases de chino, que tenía todos los días de la semana, mientras que las de español en las montañas eran solo 3 días a la semana.
La búsqueda de la casa fue una locura. En la Universidad se propusieron hacerme la vida difícil, sobre todo mi nueva “encargada” que acaba de llegar al Departamento y a la que no le caíamos muy bien los profesores extranjeros, tiene gracia! Porque su único trabajo es encargarse de nosotros… Como no quería que me viniese a vivir a la ciudad me dijo que me daba 4 días para encontrar una casa yo sola y me adelantó que iba a ser una tarea prácticamente imposible ya que alrededor de la Universidad las casas libres (y añado yo: en buenas condiciones) eran muuuuy escasas. En fin, ya sabe todo el mundo que a cabezota no me gana nadie, para algo soy tauro y… encontré una casa!! Las visitas a casas sucias, sucísimas, sin ventanas y hasta sin baño!! fueron infinitas pero al final conseguí una casa en el plazo que JinHong (mi gran enemiga) me había puesto. La casa me salía bastante cara para lo que era pero lo importante era vivir en la ciudad y poder estudiar chino así que…conseguido!!





 


La ubicación era estupenda, al final de la calle de la universidad, con buses hasta el centro y en el barrio nuevo (a pesar de que mi casa era de las viejas), pero lo mejor era que me permitía quedarme en la ciudad y a 10 minutos de mis clases diarias de chino.
Lo que peor llevaba era los días que tenía que ir al campus de las montañas, aún recuerdo tener que salir de clase a las 11.30, comer a toda velocidad a esas horas y tener que coger el bus con todo el calorón y la modorra para dar clases…uuff!!!  Menos mal que esos días Yacouba se encargaba de tenerme todo preparado: un sol!!
Pero la casa era grande y nos permitía hacer muuuchas fiestas con amigos! Así que después de las clases o los findes se me olvidaban rápido todos esos paseos en bus hasta las montañas en plena hora de siesta.
Aún recuerdo las fiestas sorpresa que Yacouba me preparaba por las noches cuando llegaba matada del campus… como la de mi cumple! Que ya no cabían más amigos en el salón… qué recuerdos!





Después de esa casa vino el apartamentito de Luna, una chica que acaba de volver de Singapur y que no sabía nada de nada de lo que iba alquilar un piso en China y…se coló! pero como a mí no me engaña nadie… me salí con la mía, jiji! Al principio me dijo un precio ridículo que, por supuesto, acepté en un segundo. Me cambiaba de casa no sólo porque la casera iba a subirnos el precio sino también porque un amigo austriaco de Florian (el chico con el que vivía en ese momento) venía a estudiar a LZ y les hacía ilusión vivir juntos. Pues aprovechando que nos subían el precio decidí buscar una casa nueva y cuál fue mi sorpresa cuando esta tal Luna (que a pesar de su nombre era china, china) me dijo un precio mucho más bajo que el que estábamos pagando en ese momento por un piso en peores condiciones que el suyo. Qué alegría!! Acepté sin pensármelo, claro! Y a ella le olió mal, lógicamente, pero cuando pidió consejo a alguien entendido (o más que ella al menos)ya era tarde!
Un día que aparecí con todas mis cosas me montó un gran pollo pero muy interesada yo en esa casita dejé que se desahogara y siguiendo los consejos de mi mamá no dije naaaada… bien calladita yo tragué y me fui a mi casa. No me iba yo a enfrentar a una chica que calla a su marido con recriminaciones frente a una desconocida, uuff!! Pensaba ella que me subiría el precio así con unas voces, pero por consejo de mi padre al día siguiente llegué y recogí mis cosas. Oye, pues la chica lo entendió, vio que se le iba el inquilino y accedió a su primer precio sin más… menos mal!! Porque yo ya no sabía qué hacer de vuelta al piso con los austriacos!






Pasé varios meses allí encantada pero de nuevo: cambio!! Mi nivel de chino había avanzado mucho en un año por lo que me decidí a pedir la beca de estudios para Landa. Al principio, promesas chinas… sí, sí, sin problemas, te daremos la beca…blablabla… Cuando llegó el momento de la matrícula las cosas ya habían cambiado. Ya no iba a ser tan fácil. Ahora decían que no podían darme la beca si estaba trabajando en la misma universidad. ¿Qué podía hacer?
Después de mucho pensar, pedir ayuda hasta al Decano de mi Departamento para que hablase con los de relaciones internacionales y hasta al Embajador de España en China, llegué a la conclusión, como había hecho siempre, de que mi objetivo era el chino y no trabajar así que anuncié que dejaba las clases de español  para hacerme con la beca de estudios de chino. Por supuesto contaba con la beca, ya que me la habían prometido si dejaba de trabajar en la Universidad… ays ingenua!! Pero no iba a ser tan fácil…
Había vuelto a caer en otra mentira china! 

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