Ayer empecé mis prácticas del máster
en el colegio de primaria de la universidad. No creo que vayamos a
aprender mucha metodología para enseñar chino a los extranjeros
pero, sin duda, está siendo una gran experiencia.
Las clases empiezan a las 8.20 de la
mañana pero nos citaron allí a las 7.50 para presentarnos a las
profesoras y explicarnos los horarios, los grupos, etc.
Nada más llegar nos metieron en una
sala pequeñita con una mesa y sillas mientras sonaba una música
para niños. Una de las profesoras nos trajo varias banquetas de
plástico y justo en ese momento empezó a sonar el himno de China y la profesora nos dijo que podíamos salir al patio y ver a los
alumnos.
Una vez salimos estaban todos los niños
formando en unas cuantas filas por clases. Todos llevaban el pañuelo
rojo anudado al cuello, desde los del primer curso de 6 años hasta
los más mayores, que deben tener 12. Todos miraban hacia un pequeño
escenario en el que había una profesora y por detrás vimos cómo se
acercaba un grupo de niños un poco más mayores vestidos todos de
soldados con trajes rojos y blancos y sujetando la bandera de China
cada uno por un lado. Al ritmo de la música izaron la bandera y una
vez el himno se terminó esa misma profesora comenzó a decir lo que
habían hecho mal y bien la semana anterior los alumnos, y al final
dijo cuales habían sido los mejores grupos.
Los representantes de
cada grupo subieron al escenario y recogieron una bandera por su buen
comportamiento, la que tienen que entregar a finales de semana, para
que el siguiente lunes se le entregue de nuevo a los mejores de la semana anterior. La profesora también dijo quiénes habían sido los mejores
profesores y después se les dio a todos una orden y de forma muy
ordenada empezaron a abandonar el patio.
Al entrar en el colegio de nuevo la
profesora nos dijo que cogiésemos las banquetas y entrásemos en
nuestras clases. En China cada alumno tiene siempre una banqueta
(incluso en la Universidad) que utilizan para todo, no sólo para ir
a clase como en el colegio (las universidades tienen sillas) sino
también en caso de actividades fuera de clase, discursos en el
patio, celebraciones, etc.
Nos dieron a elegir entre los grupos de
diferentes edades pero los de primero eran tan lindos que elegimos
los de primer curso. De todas formas, cuando queramos podemos cambiar
de grupo, cosa que yo creo que será interesante, ya que en el primer
curso los niños aún están aprendiendo los números o escribiendo
en pinyin (la pronunciación de los caracteres) entonces sería mejor
cambiar y ver cómo y qué se enseña a otras edades.
Cuando entramos, los niños estaban muy
alborotados pero en cuanto la profesora entró todos los niños a una
se levantaron rápidamente al son de un 老师好(hola
profesora) con una reverencia y cuando la profesora dijo que se
sentasen todos contestaron 谢谢老师
(gracias profesora) y se sentaron. Lo primero que hizo
la profesora fue controlar cómo estaban sentados y les dijo que los
que tuviesen que beber que lo hicieran rápido, que ya se les había
pasado el momento de beber y que guardasen los termos (los chinos
llevan siempre un termo de té o agua caliente con ellos) y después,
como había varios niños mal sentados, les dio una voz diciendo cómo
tenían que sentarse (bien rectos y con los brazos cruzados sobre la
mesa). Yo entiendo que se sentasen mal porque a mí después de dos
horas me dolía muchísimo la espalda ya en esos banquetines...
La primera clase a la que asistimos fue
de matemáticas y aprendieron los números del 1 al 5. Todo lo
repiten mil veces y siempre cantando todos a la vez. Hay veces que
los niños se alborotan bastante pero al grito de la profesora de
algo parecido al tapa-tapita....tapón no se oye nada... eso sí,
siempre acompañados de miradas tremendas de la profesora al que
pille por delante.
Para avisar del final de una clase no
hay un timbre sino una canción con los números del 1 al 10 que
suena durante todo el tiempo que dura el descanso. Pero cuál fue mi
sorpresa cuando la profesora no dejó salir a los niños en la
primera pausa y les hizo poner los codos en la mesa, cerrar los ojos
y al son de la música masajearse los ojos para no estar cansados
para la siguiente clase, yo alucinaba....
La siguiente clase, la de chino (que es
a la que tenemos que asistir nosotros) fue más interesante, sobre
todo para nosotros. La profesora tenía un micrófono, porque se me
ha olvidado decir que en esa pequeña clase hay más de 50 niños
todos empotrados unos contra las mesas de otros, y con historietas y
canciones les iba enseñando el pinyin. Es divertido cómo estudian
los niños el pinyin, quizás yo pueda usarlo también en un futuro
con mis alumnos.
La gran pausa (de 20 minutos) llegó y
los niños tras otro “arriba” de la profesora y un “gracias
profesora” se fueron al patio. Yo supuse que a jugar pero cuando
salí estaban todos otra vez frente al escenario en el que esta vez
había un señor vestido con un traje negro y con una mirada
amenazante vigilando que todos se portaran bien y lo hieran bien.
También había dos niñas del grupo de los mayores y se oía una
música que decía un-dos-tres, un-dos-tres... Las niñas hacían
ejercicios en el escenario y todos los demás niños tenían que
copiarlos. Cuando se terminaron los ejercicios... todo el mundo para
dentro. Muy poquitos niños se quedaron en el patio jugando o
corriendo. Entraban como robots todos hacia sus clases. Y justo
después descubrí que por la ventana del baño se podía ver a los
niños llenando cubos de agua y con fregonas enormes para fregar las
clases y los pasillos antes de que comenzase la siguiente clase.
Yo me senté en mi banquetita y algunos
niños se me acercaron. Mi hizo gracia que muchos me decían que olía
bien, me recordó a cuando mi madre iba a mi colegio y todos me
decían lo bien que olía mi madre.
Vieron que en mi cuaderno estaba
todo escrito en “inglés” en lugar de en chino y muchos de ellos
me trajeron papelitos para que les escribiese mi nombre “inglés”
y más cosas de mi idioma. Pero cuando estábamos hablando sonó la
música y como robots de nuevo se dieron la vuelta y sin terminar ni
siquiera la frase se dirigieron a su sitio antes de que llegase la
profesora.
Las reverencias que tienen que hacer
los pobres que llegan después de la profesora... y la bronca que les cae!
La clase de pintura para nosotros fue
un poco aburrida, pero interesante también ver el trato de la
profesora a los niños, lo concentrados que están en ese tipo de
tareas....
Y la última clase volvió a ser la de
chino y con la misma profesora.
Hoy hemos vuelto y nos hemos quedado
también a la clase de música, en la que la profesora ha sacado
hasta un acordeón para marcar las notas... digo yo que será porque
se mantiene más el sonido... pero ya no vamos a volver más que a
las de chino que son las que nos interesan a nosotros.
La profesora nos ha dicho que podemos
ayudarles a hacer un mural con sus nombres y todo pero ya más
adelante.
Tenemos que hacer un mínimo de 40
horas de prácticas y supongo que las terminaremos allí aunque
también tenemos que hacer prácticas en nuestro departamento con los
estudiantes extranjeros, que creo yo que será mucho más
enriquecedor como futuros profesores de chino para extranjeros y
quizás en otra escuela. Ya iremos viendo, por ahora está siendo muy
interesante y estoy contenta.