miércoles, 19 de septiembre de 2012

Prácticas del Máster en el cole de la Universidad

Ayer empecé mis prácticas del máster en el colegio de primaria de la universidad. No creo que vayamos a aprender mucha metodología para enseñar chino a los extranjeros pero, sin duda, está siendo una gran experiencia.
Las clases empiezan a las 8.20 de la mañana pero nos citaron allí a las 7.50 para presentarnos a las profesoras y explicarnos los horarios, los grupos, etc.
Nada más llegar nos metieron en una sala pequeñita con una mesa y sillas mientras sonaba una música para niños. Una de las profesoras nos trajo varias banquetas de plástico y justo en ese momento empezó a sonar el himno de China y la profesora nos dijo que podíamos salir al patio y ver a los alumnos.

Una vez salimos estaban todos los niños formando en unas cuantas filas por clases. Todos llevaban el pañuelo rojo anudado al cuello, desde los del primer curso de 6 años hasta los más mayores, que deben tener 12. Todos miraban hacia un pequeño escenario en el que había una profesora y por detrás vimos cómo se acercaba un grupo de niños un poco más mayores vestidos todos de soldados con trajes rojos y blancos y sujetando la bandera de China cada uno por un lado. Al ritmo de la música izaron la bandera y una vez el himno se terminó esa misma profesora comenzó a decir lo que habían hecho mal y bien la semana anterior los alumnos, y al final dijo cuales habían sido los mejores grupos.

 











Los representantes de cada grupo subieron al escenario y recogieron una bandera por su buen comportamiento, la que tienen que entregar a finales de semana, para que el siguiente lunes se le entregue de nuevo a los mejores de la semana anterior. La profesora también dijo quiénes habían sido los mejores profesores y después se les dio a todos una orden y de forma muy ordenada empezaron a abandonar el patio.


Al entrar en el colegio de nuevo la profesora nos dijo que cogiésemos las banquetas y entrásemos en nuestras clases. En China cada alumno tiene siempre una banqueta (incluso en la Universidad) que utilizan para todo, no sólo para ir a clase como en el colegio (las universidades tienen sillas) sino también en caso de actividades fuera de clase, discursos en el patio, celebraciones, etc.
Nos dieron a elegir entre los grupos de diferentes edades pero los de primero eran tan lindos que elegimos los de primer curso. De todas formas, cuando queramos podemos cambiar de grupo, cosa que yo creo que será interesante, ya que en el primer curso los niños aún están aprendiendo los números o escribiendo en pinyin (la pronunciación de los caracteres) entonces sería mejor cambiar y ver cómo y qué se enseña a otras edades.
 








Cuando entramos, los niños estaban muy alborotados pero en cuanto la profesora entró todos los niños a una se levantaron rápidamente al son de un 老师好(hola profesora) con una reverencia y cuando la profesora dijo que se sentasen todos contestaron 谢谢老师 (gracias profesora) y se sentaron. Lo primero que hizo la profesora fue controlar cómo estaban sentados y les dijo que los que tuviesen que beber que lo hicieran rápido, que ya se les había pasado el momento de beber y que guardasen los termos (los chinos llevan siempre un termo de té o agua caliente con ellos) y después, como había varios niños mal sentados, les dio una voz diciendo cómo tenían que sentarse (bien rectos y con los brazos cruzados sobre la mesa). Yo entiendo que se sentasen mal porque a mí después de dos horas me dolía muchísimo la espalda ya en esos banquetines...
 
La primera clase a la que asistimos fue de matemáticas y aprendieron los números del 1 al 5. Todo lo repiten mil veces y siempre cantando todos a la vez. Hay veces que los niños se alborotan bastante pero al grito de la profesora de algo parecido al tapa-tapita....tapón no se oye nada... eso sí, siempre acompañados de miradas tremendas de la profesora al que pille por delante.

Para avisar del final de una clase no hay un timbre sino una canción con los números del 1 al 10 que suena durante todo el tiempo que dura el descanso. Pero cuál fue mi sorpresa cuando la profesora no dejó salir a los niños en la primera pausa y les hizo poner los codos en la mesa, cerrar los ojos y al son de la música masajearse los ojos para no estar cansados para la siguiente clase, yo alucinaba....

La siguiente clase, la de chino (que es a la que tenemos que asistir nosotros) fue más interesante, sobre todo para nosotros. La profesora tenía un micrófono, porque se me ha olvidado decir que en esa pequeña clase hay más de 50 niños todos empotrados unos contra las mesas de otros, y con historietas y canciones les iba enseñando el pinyin. Es divertido cómo estudian los niños el pinyin, quizás yo pueda usarlo también en un futuro con mis alumnos. 

La gran pausa (de 20 minutos) llegó y los niños tras otro “arriba” de la profesora y un “gracias profesora” se fueron al patio. Yo supuse que a jugar pero cuando salí estaban todos otra vez frente al escenario en el que esta vez había un señor vestido con un traje negro y con una mirada amenazante vigilando que todos se portaran bien y lo hieran bien. También había dos niñas del grupo de los mayores y se oía una música que decía un-dos-tres, un-dos-tres... Las niñas hacían ejercicios en el escenario y todos los demás niños tenían que copiarlos. Cuando se terminaron los ejercicios... todo el mundo para dentro. Muy poquitos niños se quedaron en el patio jugando o corriendo. Entraban como robots todos hacia sus clases. Y justo después descubrí que por la ventana del baño se podía ver a los niños llenando cubos de agua y con fregonas enormes para fregar las clases y los pasillos antes de que comenzase la siguiente clase.

 







 




Yo me senté en mi banquetita y algunos niños se me acercaron. Mi hizo gracia que muchos me decían que olía bien, me recordó a cuando mi madre iba a mi colegio y todos me decían lo bien que olía mi madre.

Vieron que en mi cuaderno estaba todo escrito en “inglés” en lugar de en chino y muchos de ellos me trajeron papelitos para que les escribiese mi nombre “inglés” y más cosas de mi idioma. Pero cuando estábamos hablando sonó la música y como robots de nuevo se dieron la vuelta y sin terminar ni siquiera la frase se dirigieron a su sitio antes de que llegase la profesora.
Las reverencias que tienen que hacer los pobres que llegan después de la profesora... y la bronca que les cae!
La clase de pintura para nosotros fue un poco aburrida, pero interesante también ver el trato de la profesora a los niños, lo concentrados que están en ese tipo de tareas....
Y la última clase volvió a ser la de chino y con la misma profesora. 

Hoy hemos vuelto y nos hemos quedado también a la clase de música, en la que la profesora ha sacado hasta un acordeón para marcar las notas... digo yo que será porque se mantiene más el sonido... pero ya no vamos a volver más que a las de chino que son las que nos interesan a nosotros.

La profesora nos ha dicho que podemos ayudarles a hacer un mural con sus nombres y todo pero ya más adelante.

Tenemos que hacer un mínimo de 40 horas de prácticas y supongo que las terminaremos allí aunque también tenemos que hacer prácticas en nuestro departamento con los estudiantes extranjeros, que creo yo que será mucho más enriquecedor como futuros profesores de chino para extranjeros y quizás en otra escuela. Ya iremos viendo, por ahora está siendo muy interesante y estoy contenta.

1 comentario:

Yacouba Sabere Mounkoro dijo...

Wahouu!!! que experienza! muy interesante! sigue escribiendo, yo quiero saber sobre la educacion china...los niños son lindissimos!!!
besos y animo